Las drogas son un problema en España, especialmente entre los jóvenes y están afectando ya no solo a su salud y a su entorno, sino que también influyen negativamente en su rendimiento a nivel laboral. Hoy en Ebocame vamos a hablar de esta problemática cada vez más extendida.

Los problemas personales, el estrés, una depresión, la muerte de un ser querido... muchos son los motivos que pueden llevar a una persona a caer en la sombra de las drogas o, con mucha mayor frecuencia, en el alcoholismo.

Lo que sucede en la mayor parte de estas situaciones es que el empleado que cae en las drogas comienza a tener ausencias injustificadas, a llegar tarde con frecuencia, a estar ausente en reuniones o a no cumplir los plazos de entrega. El empleado pierde la comba definitiva en unos meses y en muchos casos este drama termina en despido y ahí si que viene la debacle personal a continuación.

Para evitar este problema los superiores deberán adoptar una política activa, aunque esto precisamente no esté en sus competencias. El primer paso será hablar con el empleado que está bajando su rendimiento para descubrir el motivo real que está detrás de sus problemas. Quizás no sea las drogas, quizás no sea el alcohol, lo importante es obtener la información antes de tomar decisiones drásticas que puedan terminar destruyendo la vida de una persona.

El directivo tratará de ayudarle poniéndole un profesional a su disposición, siempre y cuando vea que el empleado es consciente de su problema y tiene voluntad de  volver a coger las riendas de su vida.

Este tipo de actuaciones no son muy frecuentes en las empresas y muchas optan por el camino fácil: despedir al empleado que no rinde, sin ahondar en los motivos que se esconden detrás de su rendimiento, pero no hay nada como ayudar a una persona a volver al camino correcto.

 

 

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