El té y el café llevan mucho tiempo peleando por el protagonismo, luchando por conquistar paladares y corazones. El té tiene muy buenos bebedores en Inglaterra y en Asia, en países como India, China o Japón. En cambio, el café se bebe en la vieja Europa, en Estados Unidos y en toda Sudamérica.
Los consumidores habituales de cada bebida (teteros y cafeteros) defienden a capa y espada sus beneficios. Por un lado, los bebedores de té aseguran que esa bebida es antioxidante y purificante, y que por lo tanto es muy saludable. Los que toman café cada mañana aseguran que es la bebida que les pone las pilas para ir a trabajar y que tiene un montón de beneficios para todo el organismo: hígado, próstata, mama. Si nos ceñimos exclusivamente al consumo, se calcula que cada día se toman unas 1500 tazas de café en el mundo. El té se redondea en cifras un poco superiores y es que hay que tener muy en cuenta que los dos países más poblados del mundo: China e India, son bebedores de té principalmente.
Ahora bien, en los beneficios para el organismo hay una disputa más evidente, porque ambos son beneficiosos para el organismo.
El café por un lado previene enfermedades como el Alzheimer y la demencia, reduce las posibilidades de sufrir la enfermedad de Parkinson y las de sufrir Diabetes de tipo 2.
Por otro lado, el té ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis, contiene antioxidantes que ayudar a retrasar el envejecimiento y está relacionado con menores casos de enfermedades y dolencias cardiacas, sobre todo por las sustancias flavonoides.
En Eboca tenemos muchas variedades de café, pero también tenemos té a disposición del cliente, para esos que se decantan por la bebida oriental que conquistó a los británicos. Para tu salud, uno u otro, pero no te vendrá mal una taza nada más comenzar la jornada.
